viernes, 17 de agosto de 2007

visita a paraguay, para qué? paraguay

Rubén el taxista nos leva a Trinidad a ver las más espectaculares ruinas jesuíticas (o no, Boca Juniors?). Entramos en Paraguay tras lentos controles policiales. Algunos militares ataviados con abrigos y porte que más que dar la bienvenida invitan a dar la vuelta. Pero. quién dijo miedo?.
Nuestro taxista cambia 3 pesos argentinos por 5000 guaraníes, el billete más pequeño, para pagar el peaje de la única carretera que lleva a Trinidad; algo también común en argentina. Privatizando hasta el gerundio.



No hay mucha diferencia paisajística ni humana entre lo que vemos y lo que más adelante nos encontraremos en el Chaco argentino de nombre Resistencia... casi podría mejor llamarse Supervivencia.
En Paraguay electrónica, neumáticos... más baratos; en Argentina la gasolina, la comida... Resultado: un trasiego de personas cruzando la frontera a través del puente (2200m) que cruza el Paraná, cargados de bultos en un paso natural del contrabando de la marihuana: registros y controles a tutiplen.
Las maravillosas ruinas, patrimonio de la humanidad, sin un duro de inversión desde hace tela, no las enseña Cristian, un jóven paraguayo y guía, que como otros que nos encontraremos más tarde se han aprendido bien el relato, en este caso jesuítico, de nombres, citas y fechas, sin mas que escarbar. Por las ruinas merece la pena el viaje y la aventura paraguaya.

La vuelta de risas. Vamos en dos taxis repartidos en uno los Lululus con su taxista cumpleañero y el resto con Ruben, un señor grande, tanto que casi el taxi es para tres. Ruben se muere de la risa con los diálogos del duo cómico del momento.... faemino y cansado¿? un mojón! Peppino y Mikelone. "Boludos, en tiempo no tenía un servicio tan entretenido". Mientras el "Pacovita" (gorila de discoteca) de la expedición se muere por volver a argentina a reencontrarse con algún bife de chorizo aunque sea de revilla. Y en el otro carro, Luis no contesta al "gualki" pero si al llamado de "fuertote fuertote mesescucha cambio?".


Insufrible paso de frontera, parados una eternidad en el puente...
Importante avance expedicionario: estamos estudiando un extraño efecto descubierto por Mikel: "el Paraguay hace más finas las orejas". Argentina las engorda?.
Al dia siguiente, tras seis horas de bus (leer la crónica Inconvenientes de ser educado) llegamos a Corrientes donde damos un paseo de 3 horitas, comemos una Pizza con Surubí (exquisito pescado del Paraná) y corriendo, el pizzero -un bonaerense exjugador de rugbi que conoce marbella y sus pantojas- nos lleva en su "pickup" hasta la estación de omnibus, donde la "Nueva? Estrella" nos lleva hasta Salta. Antes haremos trasbordo en Resistencia. Un viaje que durará toda la noche por carreteras de ripio, con tramos a 20 km/h, cruzando el Chaco argentino.

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