ARRIBADA A BUENOS AIRES

La expedición gaditana al "conosurmana" ha arribado, sin mayores complicaciones, a la ciudad de Buenos Aires.

Allí fueron recibidos por Julio, enviado de Amada, que excusó su presencia en el aeroparque porque estaba masajeando al canoso pelicorto y alto: su maestro en asuntos corporales.

¿Cómo reconocieron los expedicionarios a su cicerone en medio de la vorágine del aeroparque en hora punta? Una vez más su agudeza visual les salvó. Supieron interpretar correctamente un cartel sostenido por un gauchito que decía así: "Miguelito + 6 de Cádiz".

En tránsito por Madrid la expedición "enelconotita" hizo su primera observación científica: la climatología madrileña le va muy bien a los calamares.

En las horas que permanecieron en Madrid pudieron comprobar lo que daría pie a su mayor descubrimiento por ahora: la Luna estaba empezando a menguar. Es decir, estaba iniciando su apariencia de C.

Como los niños y niñas de las escuelas españolas saben, la Luna es mentirosa. Cuando adopta la forma de la letra C, no está creciendo sino menguamdo; y cuando tiene la forma de la letra D, no decrece sino que está en creciente.

Durante la larga noche del salto transoceánico, y ante la ausencia de taninos afrutados, la bebo-enóloga se consoló mirando por la ventanilla del avión, a 11000 metros de altitud. En el sopor de la duernevela creyó ver que la Luna perdía superficie iluminada por la izquierda, cuando es por la derecha (como dios manda) por donde debería empezar.

Puesto este dato en conocimiento del resto de los miembros de la expedición, en la primera noche bonaerense, y aprovechando una parrillada, lo dieron por cierto : la Luna ha dejado de ser mentirosa. ¿Por qué será?